Reivindicaciones que pierden el norte

Si le dices guapa a una mujer, eres un machista que perpetúas una sociedad patriarcal en la que las mujeres sólo son objetos a manos de los hombres, y si dices ‘todos’ en lugar de ‘todos y todas’, discriminas. Si muestras un mínimo indicio de que te incomoda ver besarse a dos personas del mismo sexo, eres un homófobo. Si consumes cualquier producto derivado de animales eres un asesino en masa sin sentimientos, y merecerías que a ti te hicieran lo mismo. Si no usas software cien por cien libre estás de acuerdo con que las compañías mantengan su monopolio y alimentas una sociedad capitalista.

¿Exagerado? Puede. Pero he visto puntos muy cercanos a estos en más de una ocasión. Activistas (reales o de sillón, no lo sé) que reivindican unas causas que ellos consideran justas, y que de hecho normalmente lo son, pero que usan el ataque a la costumbre contraria para conseguir sus objetivos. Esto, más que concienciar o conseguir que los demás se informen, lo que provoca es rechazo y desinterés.

Si queremos un cambio, en muchos casos no podemos ir de frente contra aquello que consideramos incorrecto, al menos desde una perspectiva individual. Los grandes cambios también se producen poco a poco, mediante la educación: que nuestros cercanos se familiaricen con aquello que consideramos justo, que lo vean algo conocido y amigable en vez de lejano y agresivo. A lo mejor alguno se une a nosotros, a lo mejor no; pero habremos conseguido que vean como normal algo que antes estaba totalmente alejado.

Y si se unen a nosotros quizá consigamos que lo que defendemos sea algo tan sumamente normal que lo contrario sea antinatural y el camino a evitar. Requiere tiempo y esfuerzo, pero nosotros, desde nuestro día a día, podemos conseguir grandes logros.

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2 respuestas

  1. Hay que tomar en cuenta que cada persona tiene cada carácter personal, a veces tratar de dar el mensaje sin tener un contexto mas directo con los receptores da lugar a mucha especulación y suposiciones, no lo analizara de la misma forma una persona u otra. Por eso siempre digo que un libro que informa un tema jamas sera totalmente objetivo, cada párrafo estará plagado de sentimientos pasionales propios del autor y aunque no tenga relación con el mensaje que se quiere entregar cada persona que lo lea tendrá discrepancias en definiciones, ideas, frases dándole un giro total a la idea, tan solo con ver el color de la tapa, símbolos, referencias, hasta la forma de referirse a una persona en particular te desmorona el atractivo de tu idea.
    Entonces, ¿hablar para tratar de agradar a todos o centrarse en el objetivo?, un ejemplo es el de Linus Torvalds cuando le contesta a los demás desarrolladores de forma que muchos pensaran irrespetuosa, a él no le interesa cuantas insolencias pueda tener su respuesta, tan solo le importa la idea, y bueno lógicamente el receptor no lo tomara para nada bien y no concentrara su atención en el objetivo.
    Personalmente creo que la gente debería centrarse mas en el objetivo, no justifico insolencias ni nada por el estilo, pero no hay que desviar la atención por pequeñeces, lo importante es lograr el objetivo.

    1. Adrián Perales

      Creo que son cosas diferentes. Linus Torvalds puede ser todo lo insolente que quiera porque tiene una posición predominante, será escuchado y tenido en cuenta. Esto pueden y deben permitírselo personas y colectivos importantes dentro de sus sectores.

      Sin embargo, que un particular o grupo quiera defender sus ideas use, por ejemplo, imágenes desagradables o te llame cualquier cosa, si tú no conoces mucho acerca de lo que el otro defiende, lo que te causará será rechazo, no te dará por preguntar «oye, y eso que defiendes, qué es?».

      No quiero decir con mi entrada que tengamos que ser siempre políticamente correctos y querer llegar a todos. Por supuesto, defender una idea siempre llevará consigo connotaciones personales y cada quién la interpretará y defenderá de un modo diferente. Pero en muchos ámbitos y situaciones (ojo, no digo que en todos: hay cuestiones que hay que eliminar de raíz y entonces la vehemencia sí podría ser el mejor camino), es mucho mejor informar y concienciar poco a poco que ir contra la sensibilidad de quien puede pensar diferente.

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